Autora: Verónica Linares Nacionalidad: Boliviana
Salomé
Sabina y Simón son hijos de una vendedora de frutas que vive en la ciudad de La Paz. Salomé tiene un único cuento
de hadas que lleva a todas partes
y allí ha visto que las princesas usan falda y cintas en el pelo. Ella se viste
igual, porque se siente una princesa y todos los días lleva a sus hermanitos al
"escondite". Allí, por órdenes de la "Princesa Salomé",
todos deben encontrar cosas para ella y ponerlas en un aguayo. La princesa
tiene la esperanza de encontrar un minúsculo caballito de mar de siete colores,
un caballito que le hace recordar al padre que un día se marchó y no volvió.
Cada vez que llegan a casa y revisan los tesoros que están en el aguayo, Sabina y Simón ven entristecer a su hermana mayor porque no está el caballito de mar que ella anhela tener, pero de alguna manera ella sabe que no puede descansar hasta encontrarlo.
A modo de ayudar a Salomé a encontrar su caballito de mar, Simón y Sabina parten hacia el río con la idea de encontrar un caballito de río. Ellos solo desean que Salomé sea feliz, incluso han encontrado una vieja revista dela que sacan unas fotografías de caballos para regalárselas a su hermana que poco se parecen a lo que realmente busca Salomé.
La memoria de su padre no la deja en paz. Salomé recuerda esa noche de luna que echada sobre la hierba junto a su padre, él le cuenta de un viaje que quiere hacer al océano y a mares lejanos. Ni su madre ni sus hermanos comprenden la obsesión de la Princesa por encontrar al caballito de mar. Salomé les explica que ése es el tesoro que ella busca, que no sabe bien porque.
Este extracto lo he tomado en parte de: Academia Boliviana de Literatura Infantil y juvenil
Cada vez que llegan a casa y revisan los tesoros que están en el aguayo, Sabina y Simón ven entristecer a su hermana mayor porque no está el caballito de mar que ella anhela tener, pero de alguna manera ella sabe que no puede descansar hasta encontrarlo.
A modo de ayudar a Salomé a encontrar su caballito de mar, Simón y Sabina parten hacia el río con la idea de encontrar un caballito de río. Ellos solo desean que Salomé sea feliz, incluso han encontrado una vieja revista dela que sacan unas fotografías de caballos para regalárselas a su hermana que poco se parecen a lo que realmente busca Salomé.
La memoria de su padre no la deja en paz. Salomé recuerda esa noche de luna que echada sobre la hierba junto a su padre, él le cuenta de un viaje que quiere hacer al océano y a mares lejanos. Ni su madre ni sus hermanos comprenden la obsesión de la Princesa por encontrar al caballito de mar. Salomé les explica que ése es el tesoro que ella busca, que no sabe bien porque.
Este extracto lo he tomado en parte de: Academia Boliviana de Literatura Infantil y juvenil
Ariana Guerrero Malqui